La popularidad de Bernie Sanders es un fenómeno impresionante. Muestra que muchísima gente en Estados Unidos está buscando cómo romper con el capitalismo.
Se ha vuelto un lugar común el decir que Donald Trump es un fascista, y que si gana las elecciones su país se convertiría en algo más o menos similar a la Italia de Mussolini o a la Alemania de Hitler.
Como una bomba de algún grupo terrorista, pero en este caso de carácter mediático, estalló el escándalo Panamá Papers el domingo 3 de abril por la tarde.
Un día después de la sexta jornada masiva de movilización contra la nueva Ley del Trabajo, el gobierno francés y la MEDEF, la cámara patronal que exigió la ley, siguen sin saber qué hacer.